Desde muy jovencita me encantaba dar sorpresas, me encantaba escuchar a la gente y sorprenderla, con aquello que deseaba o donde llegaban mis posibilidades.
Siempre me ha encantado ver la cara de felicidad de los demás, sentir que la persona o personas que tienes delante están alegres, están disfrutando.
Estudié Marketing y Comercio, y a lo largo de mi vida me he ido formando más profundamente en este área. Toda esta información creó un gran conflicto en mi, tenia muchas herramientas de venta pero ninguna contemplaba la satisfacción real del cliente.
Así decidí ser yo y crear mi propia empresa, con su propia filosofía. No crear una necesidad sino escuchar y satisfacer lo que realmente quieren los clientes.
Yo creo en las personas, en las emociones, en lo que todos llevamos dentro, en nuestro instinto más primario, en lo que nos hace felices, lo que realmente deseamos, por eso la filosofía básica de Trece deseos es escuchar al cliente y asesorar, nunca crear una necesidad.
Quiero sentir que las personas que tengo delante están satisfechas y felices.